Benceno representado de diversas formas. |
Los pares de electrones no siempre se distribuyen uniformemente entre todos los átomos que los comparten. En el fullereno C60 (que tiene forma de balón de fútbol), cada enlace carbono-carbono tiene también un orden fraccional entre 1 y 2. Pero, a diferencia del benceno, no todos los enlaces del C60 son equivalentes. La teoría predice fácilmente que un enlace compartido por dos de las facetas hexagonales del fullereno deberían tener un orden ligeramente mayor (0,16 pares más de electrones) que un enlace compartido por un hexágono y un pentágono.
En el caso del C60, esta predicción teórica se puede verificar experimentalmente. Los enlaces de mayor orden son más cortos que los de menor orden, y los patrones de difracción de rayos X de los cristales de C60 revelan esa diferencia en longitud entre los enlaces de hexágono-hexágono y los de hexágono-pentágono. Necesitamos, sin embargo, más precisión para probar totalmente la teoría.
Pero los experimentos de difracción de mayor precisión prácticamente están restringidos a moléculas que pueden cristalizar. Para las moléculas que no pueden llevarse a forma cristalina, o para estructuras que son intrínsecamente únicas (como un defecto en una lámina de grafeno o una molécula en una reacción química desconocida), tales experimentos tienen un uso limitado.
Afortunadamente, esto no es el fin de la historia, ya que Leo Gross, Gerhard Meyer y sus colaboradores descubrieron otra forma de ahondar en el conocimiento de los enlaces fraccionarios. Podrás leerlo en la segunda parte de este artículo.
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Fuente:
http://www.physicstoday.org/resource/1/phtoad/v65/i11/p14_s1
Sí, la verdad que los enlaces entre moléculas es apasionante.
ResponderEliminarSobre todo cuando ves que el electrón, con lo insignificante que parece frente a los nucleones o los átomos, representa un gran papel enlazando las moléculas.
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